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En el Bajo Llobregat Inauguración de un ferrocarril 1912


Nota editorial: Publicada  en La Vanguardia, el lunes 30 de diciembre de 1912.


Pocas veces, en el cumplimiento de nuestra misión informadora, hemos sentido la emoción que embarga en estos momentos nuestro ánimo al reseñar la fiesta que se celebró ayer con motivo de la inauguración de la línea de Barcelona á Manresa, construida por la compañía Camino de Hierro del Nordeste de España. Y es que no siempre se da el caso, que ayer se mostró con toda esplendidez, de que al fausto y pompa oficiales acompañen los entusiasmos de toda una comarca, que ve convertidas en realidades sus mas caras ilusiones, que contempla por primera vez lo que amarga y frecuentes decepciones le habían conducido á considerar como sueño irrealizable.

La comarca del Bajo Llobregat, los importantes pueblos de San Baudilio, Santa Coloma, Pallejá y San Andrés, que durante tantos años habían luchado con constancia sin igual, con una perseverancia que no bastaron á amortiguar los frecuentes desengaños sufridos, para poseer una línea directa que fomente su comunicación con Barcelona y sirva de vehículo á los productos de su industria y agricultura, sintieron ayer el gozo vivísimo, la inmensa satisfacción de ver cumplidos sus deseos y pudieron contemplar el paso de la locomotora que cruzaba veloz sus feraces campiñas, como heraldo de futuras prosperidades y bienandanzas.

La naturaleza se asoció al júbilo de aquellos vecindarios y un día espléndido de invierno, de temperatura agradable, contribuyó á la mayor brillantez de la fiesta.


Los invitados. Bendición de las obras 

 A la una y media de la tarde se reunieron las autoridades y los demás invitados á la inauguración de la sección Barcelona-Martorell, de la nueva línea, en la estación de Barcelona que se levanta al final de la Gran vía, junto a la riera de Magoria.

Formaban parte de la comitiva el director general de Obras públicas, señor Zorita, que en representación del ministro de Fomento vino de Madrid para asistir á la inauguración, acompañado de los ingenieros señores Gelabert, jefe del servicio hidráulico, Núñez Arenas, del negociado de tráfico y Martínez Diego, oficial primero del negociado de construcción de ferrocarriles del ministerio de Fomento; el capitán general don Valeriano Weyler, acompañado de su ayudante; el gobernador civil señor Sánchez Anido; el obispo, doctor Laguarda; el diputado provincial por el distrito de Villanueva-San Feliu, señor Jansana; que llevaba la representación del presidente de la Diputación, señor Prat de la Riba; el delegado de Hacienda, señor Eulate; los senadores señores Pons y Enrich y Girona; don José Bonet, director del ferrocarril de Manresa á Berga; don Luis Nandes, director del Central Catalán; don Mariano de Foronda, director de los Tranvías de Barcelona; don José Cornet y Mas, de la Maquinista Terrestre y Marítima; don Carlos Muntadas.

El ingeniero jefe de la división de ferrocarriles, don Pedro García Faria y el segundo jefe don Ramón Montagut; el jefe de Obras públicas, señor Martí; los ingenieros señores Cavestany, don Narciso Amigó y don Ventura de la Vega; don Fernando Junoy; el arquitecto municipal de Barcelona, señor Falqués; el arquitecto señor Doménech Estapá y el médico de la compañía, doctor Lloveras.

Del alto personal de la compañía del Camino de Hierro del Nordeste de España figuraban el administrador delegado de la empresa, Mr. Ryndzunsky, el ingeniero director señor Lalieux, el administrador señor Rózpide y el representante en Madrid de la empresa, señor Hernández Rózpide.

El director de la compañía señor Saliensi, el administrador, Salientini, y el secretario señor Boglia.

El representación del alcalde señor Sostres, diputado provincial por los pueblos que recorre la línea, quien no pudo asistir por tener que presidir la junta de vocales asociados, estuvo su secretario particular señor Vives.

Frente al edificio de la estación se congregó numeroso público para presenciar la llegada de las autoridades y demás invitados. Junto al andén se hallaba formado el tren en que se había de efectuar el recorrido de la línea, compuesto de la máquina, furgón de cabeza y cinco coches.

La locomotora se hallaba adornada con guirnaldas de flores y follaje, figurando en su parte delantera el escudo de España orlado con banderas nacionales, de Bélgica y de la región.

Poco después de la una y media el doctor Laguarda, revestido en pontifical, con báculo y mitra, bendijo el tren, la línea y las obras, asistido del Rdo. Reig, cura párroco de Hostafranchs, y de su vicario Rdo. Massó. 

Terminada la ceremonia, subieron al tren los invitados, entre los que figuraban los señores ya citados anteriormente, los sacerdotes últimamente mencionados, los representantes de la prensa local, fotógrafos y corresponsales, los inspectores señores Martorell y Eloy y algunos otros señores.

Al ponerse el tren en marcha resonó un nutrido aplauso, dado por el público que presenció la salida.

El trazado 

Al salir de la estación la línea se desliza por las afueras de las barriadas de Hostafranchs y la Bordeta, cruzando feraces huertas y bordeando casas de labranza y algunas fábricas. En la mayoría de estos edificios salieron sus moradores á la puerta ó se asomaron á sus respectivas galerías, saludando el paso del convoy con aplausos y ondeando los pañuelos.

El tren pasó sin detenerse por el apeadero de la Bordeta, efectuando su primera parada en la estación de Hospitalet, en donde esperaban el alcalde, el juez municipal, las demás autoridades locales y numeroso público, que saludó á los expedicionarios respetuosamente. Las autoridades locales cumplimentaron á los señores capitán general y obispo.

Con iguales demostraciones de afecto y consideración fueron recibidos los expedicionarios en la estación de Cornellá, en donde también esperaban las autoridades y bastante público.

 Entusiasmo en los pueblos de la derecha del Llobregat 

La acogida respetuosa que se había tributado á los expedicionarios en Hospitalet y en Cornellá la expectación con que los vecindarios de aquellos pueblos presenciaron el paso del convoy que inauguraba la nueva línea se trocaron al atravesar el Llobregat y á la llegada á los pueblos de la otra orilla en delirantes expresiones de entusiasmo en las que tomaron parte todos los vecinos sin distinción de clases sociales.

Para ellos el paso de la locomotora simbolizaba el logro de sus más caras aspiraciones, la consecución de la esperada mejora que ha de fomentar todas las fuentes de riqueza, favoreciendo la exportación de productos y la comunicación con la capital; para ellos la línea que se inauguraba es la única directa que poseen, mientras los pueblos de la otra orilla cuentan ya con las estaciones de la línea de M.Z. y A.. Por eso el recibimiento que tributó la villa de San Baudilio á la comitiva especial, fue tan entusiasta, que sorprendió agradablemente á todos los expedicionarios.

A la salida del magnífico puente tendido sobre el Llobregat, á ambos lados del terraplén que forma la vía, se hallaba apostado numeroso público, en el que predominaban las mujeres, y que recibió á los expedicionarios con vítores, aclamaciones y nutridas salvas de aplausos.

Formando hilera, junto al pretil de la cerca que rodea á la hermosa finca que el señor Escubós posee á la entrada del pueblo, se hallaban gran número de señoras que saludaban á los expedicionarios agitando sus pañuelos.

Cuando el tren entró en el término municipal todas las campanas fueron echadas á vuelo, confundiéndose sus repiques con el clamor de tos vítores, el tronar de los morteretes que se dispararon en el recinto de la estación y los acordes de la banda de cazadores de Alba de Tormes, que tocó la Marcha Real. El entusiasmo del vecindario era indescriptible, llamando la atención de las autoridades por la emoción y el júbilo que revelaba en todas sus demostraciones.

Al pasar el tren frente á la estación, cuya primera piedra hace la friolera de 30 años que fue colocada, una numerosa comisión de señoritas de la localidad obsequiaron á las autoridades con preciosos ramos de flores y un verdadero diluvio de confetti y profusión de serpentinas.

A lo largo del andén prestaban servicio individuos del somatén armado, á las órdenes del cabo don Jaime Torres. Todas las autoridades locales, con el alcalde, el cura párroco y el juez municipal al frente, se hallaban en el andén para cumplimentar á las autoridades.

Después de efectuadas. las correspondientes presentaciones se agregaron á la comitiva, continuando el viaje á Martorell, el alcalde don Salvador Bou, el primer teniente don Juan Busañas, el juez municipal don Juan Aleu, el cabo de somatenes don Jaime Torres y los señores don José Elías, don Carlos Font y don Eduardo y don Ricardo Castells.

Al ponerse el tren en marcha se reprodujeron los vítores y aplausos, con mayor entusiasmo si cabe que á la llegada.

Seguidamente la mayoría de los vecinos se dirigieron á la iglesia parroquial, donde se cantó un solemne Te Deum.

Después se efectuaron otros festejos profanos, pues ayer fue verdadero día de fiesta en San Baudilio; muchos edificios hallábanse engalanados.

Frente al manicomio, cuyos edificios aparecían también con los balcones con colgaduras, salieron los Hermanos de San Juan de Dios, con la banda del establecimiento, á saludar á las autoridades. El tren paró breves instantes, reanudando después su marcha hasta la estación de Santa Coloma de Cervelló, dónde fueron recibidos también los expedicionarios con grandes demostraciones de júbilo y alegría popular. En el andén estaba el «Orfeó» de la Colonia GüelI, que acompañado de una orquesta cantó el «Gloria á España» de Clavé.

Una comisión colocó en la máquina del convoy una preciosa corona de flores naturales, con lazos de los colores nacionales y de la región, y sentidas dedicatorias.

El alcalde de Santa Coloma, don Miguel Cardona, el propietario don Román Vía y el secretario del ayuntamiento, don Vicente Ferrer, después de saludar á las autoridades se agregaron á la comitiva.

En San Vicente, en Pallejá y en San Andrés de la Barca se reprodujeron idénticas manifestaciones de entusiasmo, siendo también recibida la comitiva por las autoridades, numeroso público, y bandas.

Al pasar el tren por las respectivos pueblos se agregaron á la expedición, además de los ya dichos, el alcalde y el juez municipal de Hospitalet, señores Marcet y Coto; el alcalde de Cornellá, señor Ribas; el de San Vicente dels Horts, señor Serra; y los de Cervelló y Vallirana, señores Riba, y Juliá.

En San Andrés de la Barca subieron el alcalde don Nicolás Costa, el secretario don Baudilio Net, el cura párroco don Cayetano Juanico, el juez municipal don Juan Campmany y el cabo de somatén don Juan Amigó.

Entre los varios incidentes curiosos ocurridos durante el trayecto, llamó la atención de los expedicionarios el que se desarrolló en San Andrés de la Barca, donde al pasar el tren y cuando se acercaban las autoridades locales para cumplimentar á las de la provincia, se subió á un vagón que había, en una vía próxima, un robusto labrador, el cual cuadrándose militarmente, gritó con voz fuerte: ¡Viva el capitán general Weyler, con quien hice la guerra de Cuba! Con él fui y luché en la trocha de Morón.

El general le recordó en seguida, conversando afablemente con el antiguo soldado.

En Pallejá el señor Castells presentó á las autoridades de la provincia el médico de la población, manifestando cómo caso curioso que comprueba los méritos del facultativo y las excelentes condiciones de salubridad de la población, que en - dos años sólo -han fallecido dos vecinos, y aun éstos por consunción natural, producida por la vejez.

En el Apeadero de Martorell esperaba también la llegada del tren bastante público, siendo más numeroso el que aguardaba en la estación de término de la sección.

Las ‘autoridades' y demás invitados visitaron en la estación de Martorell los trabajos que se realizan, para la continuación de la línea hada Manresa y los de empalme con la del ferrocarril catalán.

Poco después se emprendió el viaje de regreso á Barcelona, que se efectuó sin novedad, siendo recibidos los expedicionarios con las mismas demostraciones de entusiasmo que en el viaje de ida, al pasar por. S. Andrés de la Barca, Pallejá, San Vicente del Horts, Santa Coloma de Cervelló y San Baudilio; en todas ellas, además de los individuos del somatén, prestaban servicio parejas de mozos de la escuadra.

Todos los expedicionarios mostráronse muy satisfechos de la excursión y de las Bellezas de la línea que cruza en parte por la rica huerta del Bajo Llobregat y sigue por su ribera hasta Martorell. El trayecto que ayer se inauguró tiene unos 27 kilómetros de longitud, y en él son las principales obras los dos puentes metálicos tendidos sobre el Llobregat, uno en San Baudilio y otro en Martorell. La empresa se propone activar los trabajos para la construcción del trozo que falta de Martorell á Manresa, á fin de ampliar lo antes posible el campo de explotación de la línea.

Para hoy y en los días sucesivos se ha organizado la salida de tres trenes de Barcelona y de otros tantos de Martorell; los primeros saldrán de Barcelona á las 8'23, á las 12'15 y á las 17'35, y los de Martorell á las 8'45,14'16 y 18'36.

En breve se propone la compañía aumentar este servicio hasta el número de trenes que sea necesario para el tráfico de las poblaciones que une la línea.

Un banquete 

A las ocho de la noche, se celebró en el Hotel de las Cuatro Naciones, el banquete ofrecido por la compañía de Hierro Nordeste de España, con motivo de la inauguración de la sección Barcelona-Martorell, á las autoridades y representantes de diversas entidades.

Ocupó la presidencia el director general de Obras públicas, señor Zorita, sentándose á sus lados los señores Weyler, doctor Laguarda, Sánchez Anido, los representantes de la compañía y las demás autoridades.

Entre los comensales figuraban los señores que asistieron á la inauguración de la línea y los alcaldes de los pueblos que aquella recorre.

Terminado el menú, exquisito y bien servido, inició los brindis el director de la compañía Mr. Lalieux, quien expresó el agradecimiento de la empresa constructora del ferrocarril al gobierno por las facilidades que la ha dado para realizar la obra, á las autoridades, á los representantes de los pueblos y de otras entidades y á las de la prensa por haber contribuido con su asistencia al esplendor del acto celebrado.

El señor Lalieux terminó su elocuente brindis con vivas al Rey y á España, que fueron calurosamente contestados.

El sexteto que durante la comida amenizó el acto, interpretando escogidos trozos de música, al terminar el señor Lalieux su brindis, tocó la marcha real, que oyeron de pie los comensales.

El director general de Obras, señor Zorita, manifestó que en nombre del gobierno recogía las frases de afecto que el señor Lalieux había tributado á España, y lo hago –añadió- cuando siendo aun dominado mí ánimo por la impresión, que me ha producido la riqueza agrícola é industrial de la comarca que hemos visitado, y cuando mi espíritu está aun conmovido por las demostraciones de afecto recibidas y las pruebas de amor á España. Los pueblos que así trabajan, que, así sienten y que de tal modo expresan sus sentimientos, son pueblos grandes.

Indicó la orientación iniciada últimamente par los gobiernos de proteger cuantas empresas é iniciativas tiendan á fomentar y desenvolver las fuentes de la producción, recordando al efecto las leyes sobre ferrocarriles secundarios, promulgadas recientemente y las más recientes aun sobre ferrocarriles complementarios. La finalidad de los ferrocarriles es indiscutible –dijo- que tiende á afianzar la independencia económica de los países porque atraviesan facilitando las medios de transporte y por lo tanto la natural salida de los productos y la adquisición de los que faltan. Pero, además, producen otros efectos igualmente útiles; descongestionan los grandes centros y sustituyen la emigración constante y perjudicial por la temporal y beneficiosa.

El señor Zorita terminó su discurso brindando por el Rey, por España, por Cataluña próspera y de potente industria y agricultura, por las autoridades y la empresa de la nueva línea, y dedicó un recuerdo á sus antiguos compañeros en la prensa, en cuyos corazones, dijo, tengo la seguridad que late el sentimiento único de laborar por al engrandecimiento de la patria.

Con esto terminó el agradable acto, haciendo votos los comensales por la prosperidad de la nueva línea para bien del país y de la empresa.


El puente del “carrilet” que, como tantos otros, fué destruïdo para dar tiempo a los refugiados y tropas republicanas, en su  retirada (enero de 1939).






El projecte de Ferrocarril Económico del Bajo Llobregat (1893) 
De Cornellá Ferrocarril económico del Bajo Llobregat 
Sr. Director de La Vanguardia. 

Poco ocurre, apreciado Director, en una comarca que pueda motivar y ser objeto de una asidua correspondencia. Todo cuanto pudiera decirle acerca de asuntos meramente locales ofrece poca novedad y tiene poca importancia para los numerosos lectores que diariamente hojean el periódico para enterarse de asuntos de interés general, de actualidad y más relacionados con la localidad que directamente les afecta. No obstante, entre otros asuntos de interés para toda la comarca Llobregatense y para esa misma urbe, destaca en primera línea uno que ha sido varias veces objeto de conversación y controversia tanto por su importancia como por las dificultades que á su realización se han opuesto, y que hoy parece que se trata de llevar á cabo removiendo todos cuantos obstáculos pudieran presentarse para la realización de proyecto tan importante como es la construcción del ferrocarril económico del bajo Llobregat. Este es el asunto que entiendo de interés general para todos los pueblos de esta comarca y para la misma capital, porque enlaza los intereses de aquellos con los de esta de una manera estrecha y beneficiando á todos, estableciendo una comunicación rapidísima, continua y económica. Tal es la ventaja inmediata que entre otras derivadas ha de reportar el ferrocarril económico del bajo Llobregat á esta extensa comarca en particular. Si quiere ésta, decididamente, cooperar á mejorar su porvenir por su proximidad á la capital, por sus condiciones topográficas y climatológicas, ser además del mejor criadero de frutas y legumbres del mercado de Barcelona, centro industrial de primer orden en su parte más próxima á la urbe, y centro de recreo y lugar de veraneo en su parte alta y montañosa, de todas estas ventajas puede disfrutar pronto y con holgura, la rica cuenca Llobregatense, facilitando la realización de todos cuantos proyectos de utilidad reconocida disfrutan ya otros pueblos cercanos también á la capital y enlazados con ésta con vías de comunicación en buen número, para facilitar el importante tráfico y la comodidad consiguiente á que se obliga todo centro industrial y de recreo, corno lo son, por su orden de distancia y condiciones naturales los del litoral, San Martín de Provensals, honra y vanguardia de la industria nacional, San Andrés, Badalona y otras poblaciones de todos conocidas y aprovechadas hijas de la madre urbe por enlazarlas y confundirlas en intereses y conveniencias repelidas y paralelas cintas de hierro, y otras vías de comunicación, borrando distancias, facilitando elementos propios, acumulando las partes de un todo que se complementa en sus necesidades aprovechándose de todos los medios de progreso, adelanto, rapidez de comunicación, baratura de transporte y comodidad, es decir, dé todos aquellos medios que hayan sido y son susceptibles, ventajosos y prácticos.

Pasada la crisis la crisis por las construcciones ferrocarrileras de ancho ordinario, que han sido el eje principal de rotación de grandes y provechosas empresas financieras y preocupación constante por los cuantiosos capitales en ellas invertidos de medio siglo á esta parte, y hoy en decadencia- por estar cubiertas las primeras y más apremiantes necesidades que en nuestro pais se dejaban sentir por faltar grandes vías de comunicación férreas que enlazaran los centros manufactureros con los centros productores de la materia prima, se impone y es indispensable preocuparse de complementar las utilidades de los ferrocarriles ordinarios con las no menos importantes de la red de ferrocarriles económicos, que son, á la manera de los vasos capilares en el sistema sanguíneo, las ramificaciones de una vida lozana, exuberante y complementaria del sistema general, ó conjunto ferroviario.

Otras consideraciones generales se me ocurren en pro de la bondad y conveniencia de fijar mucho la atención en las utilidades inmensas que ha de reportar la realización de una buena red de ferrocarriles económicos como amplio y fructífero campo para el empleo de capitales, hoy, retraídos de las grandes empresas mercantiles y financieras por fracasos y motivada desconfianza en su buena y provechosa inversión, aprensión y reacción lógica y natural porque, en la realización de grandes empresas, es difícil la investigación y clarividente intervención del pequeño capital en el procedimiento y fin de su buena ó mala inversión, motivo, por demás racional y consecuente del recelo que inspira toda obra grandiosa que sólo puede ser intervenida por unos pocos de los muchísimos interesados por el capital aportado á la realización del fin propuesto y logro y disfrute proporcional y consiguiente del conjunto de utilidades preconcebidas y calculadas.

 El ferrocarril, como a motor de desarrollo local. Imatge (retall) procedent del fons Jaume Vilà i Tous” (AHMSBL).

No hay duda, pues que, por multitud de circunstancias, se impone y es de suma trascendencia la realización de proyectos secundarios que sean de reconocida utilidad general, que sean el auxiliar y móvil del creciente movimiento y desarrollo industrial y comercial, que ofrezcan las condiciones de simplicidad y utilidad inmediatas, que puedan ser intervenidos por condiciones de su propia naturaleza y relativo poco coste, á ser posible, por todos los que aporten su capital al objeto y fin de la explotación, sumando así iniciativas é inspirando confianzas por ser completa y directa la administración é inversión del capital de la colectividad. 

Los ferrocarriles económicos por su naturaleza misma, cuando su extensión no es muy considerable como ordinariamente acontece, son construcciones de poco coste, de porvenir reconocido, determinado y concreto, organización sencilla y económica á la par que puede intervenir y cooperar fácilmente, así como al buen procedimiento de realización y explotación, toda la colectividad que haya constituido el capital para realizar el objeto propuesto.

Perdone, apreciado director, que haya abusado de su benevolencia haciendo consideraciones generales acerca de la importancia de los ferrocarriles económicos, apartándome del objeto que me había propuesto, concretándome á recoger impresiones y á consignar las ventajas que en mi concepto pueden derivarse de la realización del ferrocarril económico del bajo Llobregat. No obstante, como éste es parte, aunque pequeña, del todo cuyas excelencias, en mi humilde sentir, he expuesto ya, me ahorro el consignar después, muchas apreciaciones generales que ya quedan consignadas.

El ferrocarril del bajo Llobregat puede estudiarse bajo dos puntos de vista y en dos secciones bien marcadas. El proyecto, en su totalidad, se extiende desde Barcelona á Martorell pasando por los pueblos de la Bordeta, Hospitalet, Cornellá, San Baudilio del Llobregat, atravesando antes este río para subir luego por la ladera izquierda, interesando á otros pueblos y colonias industriales, hasta llegar á Martorell en donde converge con la línea férrea de Tarragona á Barcelona y puede enlazar y continuarse por la línea también económica y ya próxima á inaugurarse de Martorell á Igualada. Este es todo su desarrollo que puede estudiarse en sus dos secciones de Barcelona á San Baudilio y de este á Martorell. La primera sección, la más factible, de positivos resultados y que bien puede considerarse bajo el doble concepto de ferrocarril económico y tranvía á vapor por su poca longitud, 8 kilómetros aproximadamente, y por la gran densidad de población que podría utilizar tal medio de locomoción siendo su paro á voluntad del que lo utiliza al igual que el tranvía á vapor de San Andrés, Badalona y otros, las utilidades y ventajas que reportaría á los habitantes todos de la comarca serían notables, porque á la rapidez del transporte se uniría la comodidad de no tener que acudir para subir ó bajar á estación determinada, lo que implica, siempre', una molestia y pérdida de tiempo digna de tenerse en cuenta.

 Además, el transporte de abonos, frutas, hortalizas y materias industriales se haría en buenas condiciones porque, precisamente, en todo el trayecto de su primera sección el trazado de la línea lo es por el corazón de la parte poblada, industrial por un lado y por el otro de la rural, y en condiciones tales que una y otra puedan utilizarse perfectamente de las ventajas y comodidad del ferrocarril en proyecto.

En su segunda sección, ó sea de San Baudilio á Martorell, el ferrocarril de que se trata reportaría inmensas ventajas á las colonias industriales y á los habitantes todos de aquella parte del río, porque gozarían de un medio de locomoción que hoy no tienen y acrecentaría de un modo extraordinario la concurrencia veraniega, que dé algún tiempo á esta parte, al abandonar sus cuarteles de invierno en busca de comodidad y sanas brisas, no quiere apartarse mucho de la capital para poder atender también á sus negocios; y tanto es así, que ya muchos veraneantes empezaron en el verano próximo pasado, á pesar de la incomodidad del viaje, á sentar sus lares en la pintoresca población de San Baudilio y otras cercanas que gozan de la doble condición de ser en parte montañosas y en parte de hermosísimo llano fecundizado por el río Llobregat. No hay duda, pues, que el ferrocarril del bajo Llobregat esta llamado á reportar grandes beneficios á la industria, agricultura y, asimismo, á proporcionar mayor concurrencia veraniega á nuestra hermosa cuenca, beneficiando á todos por igual.

Plenamente convencido de las utilidades que indistintamente reporta la construcción de un ferrocarril y en particular la de ferrocarriles económicos por muchas consideraciones que ya he expuesto, y deseando, en beneficio de mis comarcanos, deslindar la situación actual del tan zarandeado proyecto del ferrocarril económico del bajo Llobregat, ya empezada su construcción en una de sus secciones y paralizada en la actualidad, y poder así dar detalles precisos del mismo, exponiendo á la vez mi humilde opinión como simple cronista de mi pueblo natal, afectado también en sus intereses con la realización del proyecto mencionado, me acerqué á las oficinas facultativas de la Compañía y tuve la honra de conocer detalles del mismo por boca del digno presidente de la Compañía, conocido fabricante y hombre público, don Modesto Casademunt, quien me facultó para manifestar á quien me pluguiera que la construcción definitiva del ferrocarril ya dicho sería un hecho dentro de poco, si se podía contar con la cooperación de algunos propietarios, cuyos terrenos deben de ser expropiados por la Compañía, y que, sin duda, no habiendo calculado bien lo que conviene al progreso y mejora de sus propiedades, parece que se muestran poco dispuestos á un arreglo amistoso en concepto de indemnización, por la faja de terreno de cultivo que se les ocupa con la práctica del proyecto que tanto ha de acrecentar el valor del resto de sus terrenos lindantes, por la facilidad de comunicación y enlace directo y rápido que tendrían con la capital y demás pueblos del llano.

Vencidas las dificultades de una laboriosa expropiación de terrenos, de relativo buen coste en su primer trayecto, la Compañía cuenta con medios suficientes para construir y poner en explotación inmediatamente su proyecto. Es de lamentar que la resistencia de unos pocos sea el perjuicio de muchos.

Se espera, no obstante, que por patriotismo, por experiencia, al fin, en las ventajas que reporta un tranvía económico, mayormente, á los que se creen de momento mas perjudicados y luego han de resultar los más beneficiados, por ser los primeros y más próximos en utilizarse de tan provechoso medio de locomoción y transporte, por afectarles directamente su trazado, se suavizarán y allanarán las dificultades qué hasta hoy han puesto á la realización del proyecto, interviniendo los respectivos Ayuntamientos y mayores contribuyentes en la conciliación de los intereses generales con los particulares, desapareciendo este estado anómalo y de incertidumbre que á nada conduce y sí perjudica, porque se priva á una extensa comarca del goce inmediato de un medio de locomoción que le es indispensable para su mayor desenvolvimiento y comodidad de comunicación y que hace tiempo se le tiene prometido no obligando y perjudicando, asimismo, á una empresa con el fatigoso expedienteo de una expropiación forzosa que bien es de temer perjudique en un todo á las dos partes litigantes.

Convencido por experiencia que, mas ó menos tarde, las conveniencias generales se imponen siempre á las particulares, arrastrando la parte de egoísmo ó equivocado criterio de apreciación de que las ultimas acostumbran á estar impregnadas, brillando por fin esplendente el sol de la justicia y del progreso, celebraría con entusiasmo, como amante hijo de la comarca, la realización completa del proyecto del ferrocarril económico del bajo Llobregat, así como lo haría, para cualquier otra mejora de provecho general para la comarca, dándome por compensado y satisfecho de haber contribuido, aunque sea en pequeñísima parte, á la más próxima realización del proyecto, cuya atención de V. hacia él, suplicándole la inserción de éstas mal pergeñadas líneas, he interesado, agradeciéndosela infinito y tanto más por serme muy conocida la benevolencia que V., apreciado Director, dispensa á todos los, asuntos que revisten carácter de conveniencia general, como es uno de ellos él de que acabo de tratar ligeramente.

 El corresponsal. Cornellá, enero 1893.

* * * NOTA EDITORIAL: Article - carta d’un corresponsal de Cornellà de Llobregat –no identificat- que s’adreça al Director del diari “La Vanguardia” (1893-01-04). Aquest projecte ferroviari fou fallit. A Sant Boi, però, ens va deixar un bon testimoniatge … l’edifici de l’estació, reaprofitada -des del 1912- pel “Carrilet” de la companyia “Caminos de Hierro del Nordeste de España”, posteriorment Ferrocarrils Catalans i, avui, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya. ARXIU HISTÒRIC MUNICIPA