Este país está dando pasos agigantados en el camino del desconcierto armamentístico y de ia tensión militar guiados de la mano de sus gobernantes. Los mismos que ahora hace tres años proclamaban que de «ENTRADA OTAN NO» ahora potencian la industria militar española y se pronuncian por la permanencia en este bloque militar occidental.
Ya conocemos que en febrero de 1986, las urnas decidirán el sí o el no a la OTAN (y al parecer el resultado será vinculante para el Gobierno), pero a nivel estatal se ha puesto en marcha una campaña ambigua para confundir al ciudadano, en lugar de explicar de una manera clara que en la raíz del tema se encuentra la decisión de integrarnos y ponernos al servicio de uno de los bloques, o la opción de mantenernos en la neutralidad.
El tema está al orden del día y algunos medios de comunicación de mayor alcance (aquellos que tienen influencia los dirigentes del país) vierten, a veces de modo subliminal, otras descaradamente, sus mensajes pro-otánicos.
Por contra, la base de la población y particularmente grupos de ciudadanos organizados, conscientes del oscurantismo a que nos remite toda esa información orquestada desde el Gobierno y grupos de poder, están vehiculando actividades para esclarecer tan compleja cuestión.
En este sentido, una amplio y plural grupo de ciudadanos de Cornellà ha planteado una campaña local, paralela a las que en otras poblaciones se han emprendido. El primer eslabón de la campaña se cierra el domingo día 18 de noviembre, con una jornada de actos entre los que se incluye una charla con el catedrático Ramón Tamames. Se trata de un primer paso, pero pensamos seguir avanzando. Por eso, desde aquí reivindicamos con urgencia la necesidad de que todos estos brotes pacifistas se unan para trabajar en común.
Para nosotros la paz no tiene colores. Arriba nos definíamos como un grupo amplio y plural y estamos abiertos a cualquier aportación positiva que permita conseguir el «no alineamiento a ningún bloque militar». El tema OTAN no es más que un primer nivel de discusión, en definitiva lo que interesa es preservar la paz.
Ramón Rull, en representación del colectivo Cornellà per la Pau.
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