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Presentación del estudio "Juventud obrera y conciencia de clases" 1969

La juventud que trabaja no es noticia para los reportajes sensacionalistas 


Durante los días 25, 26 y 27 de junio a las 8 de la tarde se celebró en el Casal Parroquial de Santa María la presentación del estudio «Juventud Obrera y Conciencia de Clase», organizado por el Arciprestazgo de Cornellà y según el estudio realizado por el Instituto de Estudios Laborales de Barcelona, bajo el patrocinio del Instituto de Técnicas Sociales de Madrid y Editorial Cuadernos para el Diálogo, basado en la «Encuesta Juventud de Cornellà 1969».

Los distintos temas fueron presentados por J. N. García Nieto, M. J. Campo y Huertas Clavería.

 La presentación del trabajo y los resultados generales corrió a cargo de J. N. García Nieto, que en su breve exposición inicial resaltó la importancia del estudio efectuado como «el medio de conocer en lo posible el nivel de conciencia social y de clase de la juventud trabajadora y las dificultades con que se encuentra para desarrollar ese nivel.»

Generalmente el tema de la juventud es un amplio campo para el reportaje sensacionalista, pero a la mayoría de los que se dedican a ello se les suele escapar el aspecto de la Juventud que trabaja, y más concretamente de la juventud que ha emigrado, dejando la tierra de sus padres e instalándose en los barrios periféricos y apartados de las grandes ciudades.

De esta juventud se habla poco porque no se mueve en ambientes llamativos de las cafeterías de moda o en los patios de las universidades. Esta juventud que está en silencio no ofrece aliciente.

EL ESTUDIO DEBE HACERSE DENTRO DEL MARCO GLOBAL QUE LO CONDICIONA 


Pero las intenciones de este estudio van más lejos, pues creemos que no tiene sentido hablar estrictamente de «juventud obrera», porque la clase trabajadora tiene una dimensión propia que trasciende las diferencias generacionales.

Todo estudio sobre la juventud trabajadora que se pretenda hacer fuera del marco global de la condición obrera puede caer en la trampa de analizar los problemas fragmentariamente, haciendo así desaparecer la relación que los ha motivado.

Este estudio de la encuesta es tan sólo una parte de una investigación que se está elaborando en el instituto de Estudios Laborales sobre el tema más general. «Integración del trabajador rural en la cultura urbano-industrial y la posible función innovadora de la sociedad receptora.»

Esta investigación consta de dos partes: Una encuesta entre adultos y otra encuesta entre jóvenes, sobre un cuestionario de 64 preguntas. Esta segunda parte que es la que hoy nos ocupa surgió y se llevó a cabo a través de un grupo de trabajadores jóvenes residentes en barrios preocupados en los problemas de los jóvenes de su misma condición, en el barrio, en la fábrica, en el estudio, en la familia, etc.

Ha sido preocupación nuestra en hallar las posibles motivaciones tanto en el orden hereditario (cultura, trabajo, familia, de los padres inmigrantes), como las que suelen provenir por el medio urbano».

EL MEDIO URBANO COMO CONDICIONANTE 

 Una vez hecha la presentación del estudio y sus motivaciones M. J. Campo desarrolló el tema del Medio Urbano. A este respecto expuso un estudio sobre el nacimiento de los barrios y su función:

La pobreza y la falta de seguridad en el trabajo produjeron la fuerte emigración de las zonas rurales a las ciudades más industrializadas. Esto motivó, por falta de previsión primero el barroquismo y los realquilados y más tarde para, remediarlo se hizo imprescindible la improvisación de viviendas. Así empezaron a hacer los barrios.

Estos fueron instalados en el extrarradio de los centros urbanos, primero por el valor de los terrenos y también porque el crearlos junto a los núcleos urbanos hubiera significado una renovación de los servicios que no podían interesar a los residentes de los núcleos urbanos, generalmente personas ya más asentadas. 

Es por ello que os barrios no surgen como continuación de las ciudades ya existentes ni como nuevas ciudades, sino como simple aglutinamiento de viviendas sin previa planificación urbanística en la mayoría de los casos, sin la mínima previsión de sus necesidades, por tanto, sin personalidad, y sin servicios. De ahí que los inmigrantes aparte de lo que les supuso cambiar de región, de trabajo, de ambiente, sufran también la marginación de verse confinados en barrios apartados y deficientes en cuanto a servicios.

RESULTADOS DE LA ENCUESTA 

La encuesta fue realizada en Cornellà. A ello indujeron varias razones. Cornellà es una ciudad con cerca de cien mil habitantes y con un índice de expansión industrial de los más elevados de España. Su población se dedica en casi su totalidad a la industria y a los servicios que de ella se desprenden. Cornellà pasó de los once mil habitantes en 1954 a los cien mil en menos de veinte años. A ello ha contribuido de manera decisiva la construcción de un barrio de setenta mil habitantes, la «Ciudad Satélite» o barrio de San Ildefonso, considerada la concentración urbana más densa de España.

De las tres mil encuestas repartidas se recogieron cerca de dos mil, de las que resultaron válidas 1.044. Porcentaje que se estima elevado respecto a otras encuestas, por lo que su índice indicativo puede darse por suficientemente válido.

De todos los jóvenes encuestados un 57,3 por ciento ha nacido en Cataluña, ya sean o no sus padres catalanes, pero sólo un 33,9 por ciento de sus padres ha nacido en Cataluña.

EL TRABAJO Y EL ESTUDIO 

Un 48,2 por ciento de los jóvenes encuestados trabajan y estudian. Ello demuestra que los jóvenes quieren estudiar. A ello inducen varias razones, la necesidad de un adiestramiento profesional, el gran vacío cultural de su medio ambiente y, por otro lado, las mayores facilidades para las distintas capas sociales.

Sin embargo, sólo el 3,48 por ciento cursan estudios superiores o medios y en San Ildefonso el porcentaje desciende al 2,1 por ciento.

Tiene importancia, por otra parte, el esfuerzo que realiza el 15 por ciento, al cursar - estudios profesionales sin que en Cornellà exista ningún tipo de centro o escuela profesional. La mayoría se trasladan a Barcelona y otros a centros todavía más distantes.

LA CONCIENCIA SOCIAL 

Un interés especial lo constituía, sin duda, el análisis de la conciencia social, seleccionándose para ello una serie de indicadores, como lo era la participación en acciones que reportaran un beneficio común, inclinación a las lecturas de carácter formativo, identificación con la clase trabajadora, etc. Ello dio unas tablas en función del tipo de trabajo que reseñamos a continuación.

Trabajo manual: 27 %.
Oficina; 9,9 %.
Peón y especialistas: 29,9 por 100. Oficial: 19,9 %.
Auxiliar administrativo: 23,1 por 100.
Encargado: 13,4 %.

En general el trabajo manual ayuda en la configuración del nivel de conciencia. Asimismo se da también un mayor grado de conciencia social entre los que trabajan y estudian a la vez. El interés despertado por estas jornadas vino demostrado por la gran afluencia de público, en su mayoría joven, que en un número aproximado de unas doscientas sesenta personas llenaba el Casal de Santa María.

Ramón Rull - La Voz del Llobregat 29/06/1973