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Can Manso

Masia Can Manso

También conocida como Can Famades de la Barca Construida a finales del siglo XV de la fusión de las tierras Punyera y Terrés. El edificio actual es de mediados del siglo XVI, con diversas modificaciones posteriores.

Situada en la carretera del Mig, muy cerca del cruce con la carretera vieja del Prat, zona de Almeda y lindando con el término municipal de Hospitalet.

Fue propiedad de la familia Famades apellido de labradores, después fue adquirida por la familia barcelonesa de los Sabater. Posteriormente fue adquirida por el general Manso, héroe de la guerra del francés, del cual proviene el nombre, tiene una estructura basilical de cinco cuerpos, el cuerpo central, con la cubierta a cuatro aguas y series de seis ventanas de punto redondo, es el más antiguo. La fachada principal tiene un portal abovedado amagado por la doble escalera exterior de acceso al primer piso. El escudo de armas de la fachada recuerda que a principios del siglo XIX fue propiedad del general Josep Manso (héroe de la guerra de la Independencia de 1808-14), quien pasaba largas temporadas en Cornellà. El general Manso tenía el título de Conde del Llobregat.

En la foto: Trabajadores en Can Manso, en un día de batida en 1923. 
José Manso y la guerra del francés (1808-1814) en el Baix Llobregat 

 José Manso fue propietario de Can Manso (una masía del siglos XVI - XVIII) de Cornellà, situada en la carretera del Mig, muy cerca del cruce con la carretera vieja de El Prat, en el barrio de Almeda, casi lindante con el término municipal de Hospitalet. El escudo de armas de Manso está en la fachada de la masía, una de las más destacadas de Cornellà por sus dimensiones, con un cuerpo central de grandes dimensiones. En los laterales se levantan dos cuerpos más bajos, configurando una planta basilical de cinco naves. 

Manso, fue uno de los personajes que más se significó durante la guerra del Francés (1808-1814) en el Baix Llobregat fue el general José Manso y Solá (Borredà, 1785 - Madrid, 1863), que alcanzó posteriormente el grado de capitán general del ejército real en los reinados de Fernando VII e Isabel II.

Manso nació en Borredà (Berguedà) y ejerció de molinero en el molino de Santa Cruz (Borredà), Can Villaura (parroquia de Ripoll) y más tarde al molino de la Verneda (Barcelona), donde installarse.

 Distinguió como guerrillero durante la Guerra del Francés (1808-1814), ingresando al ejército con el grado de teniente de migueletes (1808). En 1809 ya era capitán de una compañía que él había ayudado económicamente a formar. En seguida destacó como estratega y fue escalando posiciones, hasta llegar a coronel, siempre por méritos de guerra.

Las acciones de guerra en la que participó, por la zona del Baix Llobregat, le confirieron una gran popularidad. Se distinguió en la captura de 34 franceses, con el carruaje y los criados del general Duhesne. En 1811 mandó el Batallón de Cazadores Voluntarios de Cataluña; derrotó a los franceses en el puente de Molins de Rey, Sant Boi y la cordillera de las Torretas (Martorell). La principal zona de sus actuaciones militares fue el territorio situado a la derecha del río Llobregat entre Martorell y Molins de Rey, que incluye Sant Andreu de la Barca y Pallejà.

 Hay un "Croquis del terreno en que tuvieron lugar en los años 1812 y 1813, las operaciones militares dirigidas por el entonces Coronel Don. José Manso, jefe de la 2 ª brigada de la 1 ª división del ejército, actualmente Teniente General, Conde de Llobregat "(Editado entre 1815-30 y de 39 x 55 cm.) que refleja las acciones militares donde participó Manso en la zona: Casa Masana, 18 de noviembre de 1812; Sant Feliu de Llobregat, 7 de agosto de 1812; acción entre Sant Feliu y Molins de Rey, 23 de agosto de 1812; Sant Sadurní d'Anoia, 7 de agosto de 1813; pueblo de Pallejà, 10 de septiembre de 1813; segunda acción de Sant Sadurní, 12 de septiembre de 1813.

Mientras duró la guerra, Manso instalo en varias ocasiones el cuartel general en Martorell. Esto le dio la oportunidad de impedir la voladura del Puente del Diablo en 1811, una orden dada por el General en Jefe del Ejército del Principado, Luis Lacy aduciendo razones estratégicas, que Manso finalmente consiguió anular. En los frecuentes combates que tienen las tropas comandadas por el general Manso en la zona comprendida entre Martorell y el puente de Molins de Rey, cabe conjeturar que muchas veces tuvo protagonismo el término municipal de Sant Andreu de la Barca.

 Al menos en una oportunidad, los historiadores mencionan a hechos ocurridos en Sant Andreu de la Barca y en otros lugares muy cercanos como la Roca de Droc. “Lo prevenido por Manso pondría en movimiento algunas fuerzas de la línea, pues con fecha del 22 (de junio de 1809), Llaveria, comandante del somaten fijo de Villanueva, da parte al baile de la misma población, diciendo que el día 20 los franceses le atacaron por el lado del Papiol, y habiéndose defendido, les mató 2 hombres y les hirió nueve, y que siendo nuevamente atacado, el día siguiente (23 de junio de 1809) por la mañana, con 800 hombres, tres cañones y un obús, en el puente de Molins de Rey, tuvo que retirarse por la inferioridad del número, mas como el enemigo le hizo retroceder hacia Molins de Rey, con los de Villanueva le mataron 3 individuos, l hicieron dos prisioneros, que fusilaron, porque entonces no se daba cuartel a los nuestros, hechos que los franceses explicaron a su manera, diciendo que los nuestros en Papiol habían perdido de 5 a 6 hombres, luego, en Martorell de 12 a 15 hombres, entre ellos un aposentado muerto y un cabo prisionero, sin experimentar el francés más bajas que 2 hombres y dos caballos heridos, y que una compañía salida de Villafranca fue derrotada el 24, quedando prisioneros el capitán, un subteniente y un cazador, y 6 o 7 muertos en el campo. El P. Ferrer no niega que, por sorpresa, se hubiesen hecho los referidos prisioneros, pero aclara la falsedad del supuesto triunfo, haciendo notar los varios carros de franceses heridos en la misma función que entraron en Barcelona el día 27”. Durante todo el verano y final de año 1809, las tropas francesas intentaron forzar el paso del Ordal, para dirigirse a Vilafranca y Tarragona, saliendo del puente de Molins de Rey.

En alguno de estos episodios (31 de julio de 1809) se menciona que las tropas españolas, formadas en gran parte por somatén, se hicieron fuertes en Puig Castellar (una pequeña cima de Sant Vicenç dels Horts, de 189 m alto) y Serra Pelada (hoy llamada Costa Pelada, en Pallejà) y retirándose gradualmente, hacia "las alturas a retaguardia de Pallejà, se reforzaban sobre el camino de Vilafranca, interceptando así el paso de la carrertera de Vallirana, cubrían las avenidas de Martorell, y se repartían posesionándose de los puntos de Roca de DAROCHA (Droc), paso del Congost y alturas de Domenech ". Son datos extraidos de la obra de Antoni Bofarull y Brocá Historia crítica de la guerra de la Independencia en Cataluña (1886). La actuación guerrillera de Manso tuvo algunos episodios muy celebrados. El 10 de septiembre (de 1813) asalta el castillo de Pallejà donde hay una fuerza francesa importante. El asalto es por la noche, rápido, violento, no da tiempo de reaccionar a las tropas del castillo y cuando ya se ha retirado la tropa española, con 105 caballos, un oficial y cuarenta prisioneros y con el equipamiento de toda la tropa ocupante, deja a los franceses en tal confusión que debido a la oscuridad, lucharán entre ellos mismos sin darse cuenta que su enemigo es sólo el desconcierto.

Terminada la guerra, Manso fue recibido y felicitado personalmente por el rey Fernando VII en Molins de Rey (1814), quien le hizo el honor de dejarle servir la mesa. Incorporado al ejército real, Manso ese mismo año fue nombrado Gobernador de la Ciudadela de Barcelona y fue ascendido a general de brigada (1815). Ocupó muchos cargos a lo largo de su vida y fue enviado a destinos diferentes. Durante el Trienio Liberal fue gobernador de la provincia de Tarragona. En 1828 fue gobernador de Málaga, y en 1832, de Cádiz. Durante los reinados de Fernando VII e Isabel II, combatir los Malcontents en la Guerra de los Malcontents (1827) y durante la Guerra de los Siete Años (1833-1840) luchó en las filas isabelinas del bando moderado ocupando diferentes capitanías generales del país.

Fue ascendido a teniente general (1834) y hecho capitán general de Español la Vella (1835), y derrotó a los cabecillas carlistas Gómez, Merino y Basilio. En 1843 fue nombrado senador, en 1844 fue creado Conde del Llobregat y nombrado capitán general de Aragón (1845), de Valencia (1846 y 1847) y de España la Nueva (1847). Manso se convirtió en una figura muy popular por las victorias de sus actuaciones, y por ello recibió el título de Conde del Llobregat y vizconde de Montserrat el 17 de mayo de 1844 por parte de Isabel II. Recibió igualmente la "Gran Cruz Laureada de San Fernando" (1815), la "Gran Cruz de Isabel la Católica" (1834) y la "Gran Cruz de San Hermenegildo" (1844). En 1856 se convirtió en decano de los tenientes generales del Ejército español. Manso fue un hombre de actitud liberal. Uno de los primeros poemas históricos de Jacinto Verdaguer que presentó en 1866 los Juegos Florales de Barcelona y con el que ganó un segundo accésit al clavel de oro y plata, junto con tres premios más por otras composiciones que presentó. Verdaguer, presento un poema con el título (Al héroe montañés José Manso).