El Centro Social Almeda, era en aquellos años la herramienta para conseguir las reivindicaciones del barrio y el lugar donde se discutirán las ideas que se creen más adecuadas para conseguir un futuro social, cultural y político mejor.
La politización conlleva fricciones con las instituciones. Dado el carácter que toma la situación y para evitar riesgos, la gente más joven o, sí queremos, la gente más politizada (aunque existen diferentes niveles de compromiso político) deciden optar a la dirección del Centro Social Almeda.
En 1972 Jordi Salesa se presenta como candidato la reelección de presidente del CSA, pero sale elegido Ricard Belles, que representa al sector más joven, copando ahora sí, los cargos más decisivos de la entidad. Jordi Salesa continua trabajando en el Grupo Cívico, y en poco tiempo acabaría sintonizando, con ese grupo de jóvenes más comprometido políticamente, en 1974 vuelve a ocupar un cargo en la junta del CSA como Vicepresidente, y poco tiempo después ingresaría en la agrupación del PSUC del barrio.
En estos últimos años, su afinidad política estaba próxima a ERC, donde dió su apoyo a la candidatura de este partido, en las elecciones municipales 2007. Salesa fue una persona comprometida con el barrio, que trabajó y luchó por cambiarlo en esa etapa difícil de la transición, sirvan estas lineas después de su repentino fallecimiento, como justo reconocimiento a su trabajo y a su persona.
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